Para el escritor inglés Aldous Huxley, “después del silencio, lo que más se acerca a expresar lo inexpresable es la música”. Esta, ha hecho de los hombres seres más sensibles, ha sacado luz de las tinieblas y, según nuevos estudios científicos es capaz de curar heridas en las que la medicina tradicional ha fracasado. Para el ex presidente hondureño Manuel Zelaya, exiliado en República Dominicana desde el pasado 27 de enero, la música ha sido el único motor que lo ha impulsado a salir de su auto encierro, al menos en imágenes captadas durante un encuentro sostenido a las 6:00 de la tade del pasado jueves, en su residencia del exclusivo sector capitalino de Los Cacicazgos, con Héctor Acosta “El Torito”. La admiración del ex primer mandatario hondureño por el cantante dominicano motivó que el 15 de mayo del pasado año le girara una invitación al Palacio de Gobierno. Y aunque el protocolo pautaba 15 minutos para dicha reunión, ésta se extendió por dos horas, tiempo que aprovecharon Zelaya y Acosta para improvisar un mini concierto. En esa ocasión, guitarras en manos, el presidente Zelaya y El Torito interpretaron a dúo la canción “Sin perdón”, bautizada por el pueblo como “Uno quiere pa’ que lo quieran”, ante la presencia de ministros del gabinete. Luego del dúo y por el ambiente festivo que se vivía en el palacio de gobierno, Acosta tomó la guitarra e interpretó el éxito “Me voy” (El anillo), causando un revuelo que hizo que el personal del palacio abandonara sus labores para disfrutar de la interpretación del popular cantante dominicano. Acosta y el ex presidente hondureño no se habían reencontrado tras el golpe de Estado que depuso a Manuel Zelaya el 28 de junio del 2009. Entre canción y canción e intercambio de piropos, Alicia Ortega, de las pocas protagonistas en el encuentro de estos dos amigos, recordó al ex presidente que un mes después de la visita de Acosta al Palacio Nacional de Honduras ocurrió el Golpe de Estado. Este respondió: “veamoslo así, si El Torito no hubiera ido, no se sabe qué hubiera pasado. Gracias a Dios estamos contándolo”, dijo Zelaya, provocando la risa de los presentes.
Repertorio
“Pasarán más de mil años, muchos más...yo no sé si tenga amor la eternidad, pero allá tal como aquí, en la boca llevarás sabor a mí”, se escuchaba al dúo interpretando esta canción que penetraba las paredes de la casa de Zelaya, donde por alrededor de dos horas se olvidó el sabor amargo del exilio.
Es mi amigo
Héctor Acosta “El Torito” reveló a Qué Pasa! que visitó a Zelaya por primera vez desde su llegada a República dominicana, porque se trata de un amigo al que conoció siendo presidente de Honduras y hoy más que nunca debe demostrarle que su amistad es sólida. “El presidente Zelaya fue muy generoso conmigo, recibiéndome en su despacho cuando dirigía los destinos de Honduras. Soy su amigo y lo visité para recordáselo”, dijo Acosta.
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